EL RINCÓN DEL INDIGNADO

MI PATRIA

Desgarrado poema de Lorenzo Soler, que anuncia el nuevo libro que está escribiendo. 
(pica sobre el título para leerlo)




"LOS NAÚFRAGOS DE LA CASA QUEBRADA" - LORENZO SOLER


LA MARCA “ESPAÑA”
Lejos de hoy queda la memoria de aquel slogan nacido en la época de las aguas turbias que gozó, dentro de su simplicidad, de un reconocimiento popular unánime:  “Spain is different”. La frase se convirtió en un latiguillo esgrimido por doquier, con mayor o menor oportunidad.  Pero resulta curioso que el  paisanaje repitiera la frase aplicándole un sentido opuesto al que había pensado su inventor.  Precisamente cuando una cosa no funcionaba, cuando alguien cometía un acto irracional, una locura, un despropósito, se lanzaba el “Spain is different” como justificación de que aquí todo valía.  Y seguíamos haciendo el animal: éramos diferentes y eso justificaba nuestro comportamiento más inoportuno e incomprensible.  Y si se derrumbaba una casa víctima de la aluminosis, por haber usado cemento de baja calidad, o si moría  un puñado de ciudadanos por haber ingerido aceite de colza…pues eso.  Como éramos diferentes…
La broma ha durado casi hasta nuestros días. Pero a tiempos nuevos corresponden nuevos argumentos publicitarios y ahí están las mentes preclaras de nuestro gobierno para encontrar el slogan del siglo XXI.  Esta vez no se ha dado todavía con la frase luminosa, definitoria, que en tres o cuatro palabras trazara nuestro perfil  de pueblo y nación.  ¿Cómo pueblo y como nación?  Pues lo tenemos crudo.
En este momento, cuando formamos parte de la argamasa tóxica llamada Unión Europea y hemos hecho dejación de tantas prerrogativas, de tanta libertad de movimientos, cuando nuestros políticos son meramente muñecos de un pim,pam,pum, meros colaboracionistas y ejecutores fieles de las decisiones insolidarias de los tiburones económicos de la UE, cuando somos cada vez más irrelevantes como nación en el mundo mundial, cuando se nos está arrancando a tiras la sociedad del bienestar,  ¿qué trazos diferenciales vamos a vender al exterior?  Y si,  además ahora nos quieren extirpar las corridas de toros,  ¿qué nos queda para  vender que resulte excitante y variopinto para el turista? Con tanto recorte, con tanta crisis, con tanta pobreza en alza,  España se está volviendo cada vez más gris y anodina.
Está el fútbol, claro. Está la “Roja”, está “la mejor liga del mundo”, pero el balompié lo inventaron los ingleses y, por culpa de Gibraltar nuestras relaciones no son muy brillantes con el Reino Unido. (Por cierto, ahora que pienso: tal vez fuera muy atractivo el slogan “España, la mejor liga del mundo”. Pero es peligroso, porque el final escandaloso de la burbuja futbolística está ya vislumbrándose en el horizonte, y el día que estalle, a no mucho tardar, salpicará de mierda el buen nombre del producto y del contenedor). Tal vez nos queda el sol (los días que no están nublados), especialmente en las Islas Canarias. Aunque este archipiélago es administrativamente español,  aquellas tierras son puritita África, y los canarios se sienten cada vez más ajenos a los “godos” y más oprimidos por ellos.
Lo tenemos francamente mal. Porque lo nuestro, lo radicalmente nuestro en estos momentos es la desintegración del modelo de estado, la torpeza de nuestros gobernantes, la mentira entronizada en el poder, la desobediencia civil, el descontento social, el descrédito de la clase política, la medicina como “happening”, la incertidumbre de nuestro futuro, las masas protestando cada día por las calles, la pobreza creciente de la clase media, la fuga de cerebros…
Pensándolo bien, el único espectáculo del que podemos alardear es el de la CORRUPCIÓN. Ahí sí que somos unos campeones.  Gozamos de corruptos de alta categoría, espectaculares, desde la Familia Real (Urdangarín) hasta el mundo de las finanzas, con Díaz Ferrán y Bárcenas como últimas adquisiciones estelares. Y con clásicos como Ruiz Mateos. O Mario Conde.  Visitando las hemerotecas de los últimos treinta años podríamos reunir un plantel de nombres acreditados en la estafa, la malversación de fondos, la fuga de capitales, etc. Aunque tengo mis dudas sobre  si estos aspectos de la vida  cotidiana española tendrían el suficiente gancho como para alimentar ese eslogan de choque que estamos necesitando en este momento para promocionar la marca España.
P.S. Como idea también me gustaría aportar mi pequeña contribución al tema.  Por ejemplo, qué tal  “Visite hoy España. Mañana no estará”. ¿Tal vez demasiado inquietante?  Podíamos acudir a otros más digeribles:  “España mola”.  “España es guay”, que ni prometen ni comprometen.
LORENZO  SOLER




DEL CUERPO Y  DEL ALMA
     Cuerpo y alma.  La material y lo espiritual. En el hombre completo converge una síntesis ponderada de estos dos conceptos. La salud del cuerpo es un deseo y un anhelo, pero también un derecho natural,  inalienable, de la Humanidad.  El placer espiritual, la plenitud de goce del  alma estimulada por el arte y el pensamiento es otro desiderátum del ser humano. La vida del hombre es una búsqueda obstinada del equilibrio entre ambas aspiraciones.
     En tiempos de graves crisis económicas, lo primero que se resiente es el disfrute de lo material. En una primera fase, el ciudadano ve limitado su poder adquisitivo. Reduce sus gastos, prescinde de lo superfluo y, en definitiva, procede a “apretarse el cinturón”. Por esta pendiente se puede descender hasta el infinito, hasta  la indigencia más terrorífica. Es la situación en que, desgraciadamente, se encuentran en este momento decenas de miles de familias españolas que sufren la cruel mordedura del paro en varios de sus miembros, o en todos a la vez, familias algunas de las cuales viven inclusive la ignominia de la pérdida de sus viviendas.  Paralelamente, la catástrofe, después de arrasar nuestras economías particulares,  ataca los pilares del sistema universal de protección social y sobre todo, el más emblemático y necesario, la Sanidad pública. La torpeza de ciertos políticos les conduce a, antes que agotar las miles de posibilidades durmientes, ocultas, de reducción de gastos innecesarios, cometer el magnicidio de recortar las prestaciones médicas sociales, una acción que cuando se aplica con la impiedad que lo hace Artur Mas en Cataluña no podemos calificar más que de atentado criminal contra la población. La prensa de estos días nos informa puntualmente del cierre de hospitales, quirófanos, centros de atención primaria, urgencias, reducción de equipos, etc. y nos amenaza con recortar los gastos farmacéuticos hasta cifras que llegarán a  poner en grave peligro la salud de nuestros conciudadanos.
     Si, como vemos, en estos tiempos de carencias es la parte material y palpable del hombre la primera que se somete a condena, ¿qué pasa en la parte espiritual? Una vez coronada la tarea de sumir al hombre en la miseria económica y social, ¿cómo afecta esta situación a su alimento inmaterial, a su espiritualidad, a los goces del pensamiento? Considero que combatir  la miseria física es el fin irrenunciable de la política económica en cualquier país. No quisiera ser mal interpretado, pero estos días nos llegan noticias descorazonadoras de la suspensión, del cierre,  o de la anulación de una serie de proyectos culturales que constituyen nuestro alimento espiritual. Insisto: vale más salvar un quirófano que un museo, pero déjenme que  manifieste la desolación de quienes necesitamos también ese otro alimento. Dícese estos días que peligran las actividades del Centro Niemeyer de Avilés, la gran apuesta cultural de Asturias, recientemente inaugurado. El museo Chillida Leku, de Hernani, lleva meses  cerrado y sin explicaciones sobre su incierto futuro. El acreditado premio literario Ciudad de Torrevieja dejará de convocarse a partir de ahora.  Dos festivales de cine de reconocida reputación han sido borrados del calendario:  La Mostra de Valencia, de gran tradición en aquella Comunidad y el Punto de Vista, de Navarra, un festival para el cine joven más rompedor. El proyecto de La Casa de les Llengües, en Barcelona, no ha pasado de ser eso: un proyecto. La lista es abundante. Innumerables  auditorios,  bibliotecas, centros culturales en poblaciones medianas,  unos inaugurados, otros en fase de ejecución, se han diluido en una muda nebulosa.
     El estado de crisis arrolla nuestras vidas.  Si primero nos sumerge en la miseria social, luego nos da la puntilla con la miseria cultural. El panorama es desolador.
Lorenzo SOLER







EL FANTOCHE ASESINO
Revueltas y confusas andan las aguas de la historia en los tiempos presentes. Desde un confín al otro del planeta, brotan estallidos de odio y violencia que algunos ingenuamente creíamos enterrados tras la Segunda Guerra Mundial, verdadera puesta en escena de todas las infamias posibles. Pero estábamos equivocados. Tras la contienda europea los cuatro jinetes del Apocalipsis retomaron su letal protagonismo con fuerza renovada. Vietnam, Congo, los Balcanes, Chechenia, Afganistán, Irak, etc., son nombres que reviven en nuestra memoria colectiva los crímenes más abyectos de que es capaz la Humanidad en que vivimos. Tal vez por ello nos hemos acostumbrado a las noticias de tantas batallas sangrientas como si se trataran de unas simples notas de sociedad. En medio de este océano de sangre y dolor, es difícil que un enfrentamiento armado, una matanza, un genocidio, destaque por encima del resto. Sin embargo, quiero llamar la atención del lector sobre el actual drama de Siria, gobernada por el asesino y carnicero Bachar El Assad.
La historia de las brutalidades actuales arranca de muchos años atrás. El padre de este asesino, Hafez El Assad, fue un sátrapa que gobernó el país con puño de hierro. Hafez tenía un aspecto occidentalizado, impecablemente vestido con traje y corbata, su rostro incluso tenía rasgos centroeuropeos y hasta tranquilizadores. Como buen dictador trató de inmortalizarse en el imaginario colectivo de su pueblo. Yo recuerdo haber visto en Damasco hace años su imagen mil veces ampliada sobre unas lonas enormes que cubrían de arriba abajo grandes edificios de la capital. El ciego culto a la personalidad del presidente Hafez habría despertado la envidia del mismísimo José Stalin, si hubiera vivido. Dispuesto a la perpetuación del régimen terrorífico, el dictador nombró sucesor en vida a su hijo primogénito Basil. Éste era un perfecto play boy, lo que no era obstáculo, al contrario, para que también su imagen de guaperas se reprodujera en los espacios públicos. Raro era el taxi, la camioneta o incluso el vehículo particular que no exhibiera su correspondiente retrato, inclusive pilotando alguno de los fastuosos automóviles deportivos que eran su pasión confesable, la que acabó llevándole a la tumba en un previsible accidente de tráfico. Rápidamente papaíto buscó un recambio de confianza: su segundo hijo. Si su primogénito, aunque golfo, era brillante y espabilado, éste, el actual Bachar Al Assad, oculista de profesión, es más bien corto, gris, inexperto y un tanto fantoche. Era lo que había. Con estas credenciales subió al “trono” a la muerte de su padre del que heredó, además del poder totalitario, sus malas artes de gobierno.
Y así llegaron los días actuales. Las revueltas democráticas sirias, puro contagio de sus precedentes en Túnez, Egipto, etc., fueron una oportuna ocasión para que el mequetrefe instalado en el poder ejerciera su vocación sanguinaria. La verdad es que se cagó de miedo. Llegó inclusive a balbucear una apresurada democratización del régimen, cosa que ni él ni su padre fueron capaces de proclamar en los cuarenta años anteriores. Se trataba de la vieja trampa de siempre. (La misma que utiliza el despótico Rey de Marruecos para capear los temporales internos que amenazan su trono). Pero el pueblo, harto de maltratos y opresión, no estaba dispuesto a callar y aceptar unas promesas que sabe que no se van a cumplir. Bachir no lo pensó dos veces y ordenó fríamente a su fiel ejército disparar en las manifestaciones, no con balas de fuego, sino con balas de plomo. Desde el inicio de las algaradas de protesta, hasta hoy, han sido asesinados sobre el asfalto de las ciudades verios miles de personas, la mayoría víctimas de balas certeras y premeditadas. Ni su padre, en sus mayores delirios de ferocidad, alcanzó el nivel de brutalidad de su hijo, ante la indiferencia de los países occidentales y la pasividad de la ONU.
Lorenzo Soler




2 comentarios:

  1. Hola, soy hija de una soriana que ha vivido su infancia en el barrio al que hacen referencia en este maravilloso vídeo.
    Enhorabuena por el reflejo de una realidad y por el trabajo.
    Me gustaría disponer de este vídeo y no he podido descargármelo, les estaría muy agradecida si me pudiesen dar indicaciones para poder tenerlo.
    Un saludo desde Altea, de una persona que se siente muy soriana.

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  2. IMPRESIONES URGENTES DEL 9 DE ABRIL. (Debe ser la primavera).
    Un párrafo de la "Carta a los vecinos de Medinaceli", que redactó el "equipo humano" de Alarifes de la Cultura, habla de la Asociación de 'Encuentros en Urex' con su actividad sociocultural y sus buenos artistas, y dice que tuvieron que salir de Medinaceli. (Urex es una pedanía) de malas maneras para ser acogidos en Arcos de Jalón.

    Por ello acabo de echar una mirada a este blog, encontrándome con esta película que contiene sorianismo puro, y que en 45 minutos me ha avivado recuerdos, me ha devuelto el orgullo de ser soriano al ver la enorme vitalidad, razón, sabiduría e incluso lenguaje de unas señoras mayores de un barrio obrero de la capital soriana.

    Quizá no es la misma impresión la que sacarán quienes son bastante más jóvenes, pero sí la de otros que podemos compartir más o menos lo que opina el protagonista que sufrió los palos de los escolapios, cuyo colegio no estaba muy lejos de estas viviendas.

    Tanto me he sentido inmerso en el terreno, cuando no ha hecho más que empezar la película, y las calles que muestra me han resultado tan familiares (viví interno en los escolapios de los 11 a los 14 años, hace casi medio siglo) que he acudido a comprobarlo a Google Maps y he acertado a la primera:

    No entiendo a Lorenzo Soler cuando pone ese título de naúfragos en casa quebrada, que yo lo cambiaría a "Resistencia numantina en la Soria de hoy". Tampoco entiendo por que se muestra en blanco y negro (excepto las imágenes de la tele), o lo que significan sus rótulos intermedios, pero me queda perfectamente claro el pensamiento cabal de las mujeres que se expresan de una forma absolutamente natural, y que nos informan mejor que los periódicos cómo es Soria y por qué en ella pasa lo que pasa.

    Cuando la pelicula ha llegado a los cuadros que pinta el protagonista (Javier creo recordar que se llama), ya he intuido que eran los mismos dibujos que se veían expuestos en Urex, y lo único que le deseo es que le sirvan para sobrevivir en ese futuro con rasgos inciertos que la película pinta. No soy entendido en Arte, pero esos dibujos no me dejan insensible.

    Por último, he comparado la problemática situación de estas familias sobreviviendo en un barrio de la capital, con la situación de cientos de ancianos que están en pueblos casi desérticos de la geografía provincial. La gravedad de su situación me ha parecido mínima comparada con la de los pueblos, donde no tienen ni a la "civilización" capitalina, ni al alcalde, ni a los poderes provinciales tan cercanos. Solo ejemplos como "El cielo gira", nos refleja esas situaciones.

    También la película documental EL VIAJE INVERSO *** http://oliba.uoc.edu/mhic/content/view/123/65/lang,en/ *** de este mismo director nos deja oir a sus protagonistas.

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